Parecía que estábamos saturados de la recuperación del grupo: películas, libros, discos y copiones han hecho tan visible el legado de los de Manchester que parecía que podríamos cansarnos de ellos. Pero no: ésta es la mejor versión de los hechos que se ha hecho hasta ahora sobre un grupo esencial.Joy Division retratados por Grant Gee, quizás el mejor DVD musical del año.
Ha roto los esquemas preestablecidos para crear un retrato vivo, con claros y oscuros y muy completo sobre la banda que más ha influido en la música de esta primera década de siglo.
La película cuenta con todos los protagonistas salvo, claro, el fallecido Ian Curtis. Están quienes formaron parte del grupo, quienes lo vieron desde la barrera y quienes contribuyeron a su implosión, amante de Curtis incluida. Pero no: Grant Gee no cae en el error más simple, la idolatría. A él le encanta Joy Division, pero entiende que para contar su historia es necesario comprender también los lados oscuros de la banda.
Gee y Jon Savage, guionista del documental, han conseguido una película que funciona como un reloj: después de una extensa labor de documentación han conseguido entrevistas inéditas extraídas de aquellos años o filmaciones de conciertos realizadas por aficionados o fragmentos televisivos de las apariciones de la banda. Con ellas y con el relato de los supervivientes (incluso de Tony Wilson, jefe de Factory, que murió el pasado verano) el documental conforma el perfil y el relieve de la banda, pero también de la tragedia y cómo se sobrevive a ella.
Sólo falta en escena Deborah Curtis, mujer de Ian, pero también ella está presente: se recogen sus citas para no dejar sin voz a ninguno de los actores de la historia del grupo. También es omnipresente Manchester, la ciudad sin la cual la banda nunca hubiera creado esos parajes desolados y que, a su manera (con sus paisajes a menudo postapocalipticos, con su influencia visual), también da su versión de los hechos.
El DVD, que incluye numerosas entrevistas extras y material inédito, es de obligada compra para cualquiera mínimamente interesado en la banda.